La ecología está por todos lados. Incluso
ha llegado al mundo de la moda, por lo tanto es necesario hablar de moda y
ecología, al menos siempre que nos interese un enfoque ecológico de la moda.
¿Existe compatibilidad entre moda y ecología?
Como bien
sabemos, muchas vestimentas están hechas con pieles de animales, así que ¿dónde
se unen moda y ecología en esta situación? Pues en ningún lugar, pero por
fortuna esta realidad está comenzando a sufrir un gran cambio ya que cada vez
son más las empresas y diseñadores que prefieren usar materiales ecológicos
tales como el algodón o el bambú.
Publicado:
Cristian Frers Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Co
Autor:
Cristian Frer Técnico Superior en Gestión Ambiental y Técnico Superior en Co
En la actualidad, existe un
motivo común de inquietud, es el hecho que las actividades humanas han reducido
la diversidad biológica a escala mundial, nacional y regional y que esta
tendencia no ha mostrado signos de modificarse. Esto se manifiesta en la
pérdida de poblaciones de animales y vegetales, en la extinción y agotamiento
de los recursos y en la simplificación de ecosistemas y comunidades.
Un problema frecuente es la
falta de información básica sobre los recursos de cada nación o región, muy
pocas tienen inventarios o estudios biológicos básicos y muchas carecen de un
simple mapa ambiental del área. La mayoría carecen de planes de gestión
específicos o adolecen de falta de medios económicos y personal especializado,
aparte de una escasa organización institucional. Es por esto, se requieren
estrategias adecuadas en materia de planificación y manejo de recursos, que
permitan por un lado revertir la degradación de los ecosistemas y por el otro
asegurar el aporte que estos hacen al bienestar humano.
La extinción de especies
vegetales y animales es uno de los síntomas más preocupantes, ya que constituye
un proceso irreversible que nos priva para siempre de un material genético
único e irremplazable del que tal vez ni siquiera sepamos aún que aplicaciones
prácticas podrá tener en beneficio de la misma humanidad que los destruye. Este
tal vez sea el concepto más fácil de comprender en el mundo materialista e interesado
en que habitualmente nos movemos, pero no es el único motivo que aconseja la
conservación de especies. Efectivamente ya tendría que bastarnos el solo hecho
de no alterar sustancialmente la delicada trama que une a los seres vivos entre
sí, y que nos recuerda que cada especie ocupa un nicho ecológico peculiar que,
con su extinción, o bien queda vacante o es ocupado por otras especies más
ubicuas. Con lo cual se simplifican o desaparecen cadenas alimenticias
singulares, y como si esto fuera poco, el solo derecho a coexistir en el
planeta Tierra en las especies vegetales y animales debería erigirse como el
principal argumento para evitar la extinción por todos los medios.
La preocupación no viene por el
hecho de que desaparezca alguna especie, sino porque se teme que estamos
asistiendo a una masiva extinción. Lo que preocupa, y muy seriamente, es la
posibilidad de provocar una catástrofe que arrastre a la propia especie humana.
Los organismos que han habitado
la Tierra desde la aparición de la vida hasta la actualidad han sido muy
variados. Los seres vivos han ido evolucionando continuamente, formándose
nuevas especies a la vez que otras van desapareciendo. Se calcula que sólo
sobreviven en la actualidad alrededor del 1% de las especies que alguna vez han
habitado el planeta.
Si calculamos la tasa de
extinción de este momento, basándonos en los números de especies por área,
teniendo en cuenta la pérdida de bosques tropicales (aproximadamente 1/3 en los
últimos 40 años), se extinguen 50.000 especies por año (sólo 7.000 de ellas
conocidas). Esto representa 10.000 veces la tasa natural de extinción y
significa un 5% del total de especies por década. De mantenerse estos números,
a fines del siglo XXI habrán desaparecido dos tercios de las especies de la Tierra.
Es necesario tomar medidas y
realizar acciones decisivas para conservar y mantener los genes, las especies y
los ecosistemas, con miras a una gestión y utilización sostenible de los
recursos biológicos. El gobierno nacional, los gobiernos provinciales y las
municipalidades debían emprender un camino conjunto en preocura de establecer
metas que posibilitaran un mejor conocimiento de la realidad biológica y el
diseño de estrategias adecuadas para que se pudieran utilizar en forma
sostenida los recursos. En este sentido, es importante implementar planes y
programas que desarrollaran la evaluación, el estudio y la observación
sistemática de la biodiversidad. Algunas de las medidas a tener en cuenta,
serían:
· Promocionar un desarrollo económico ambientalmente
adecuado, en base al uso sostenible de los componentes de la biodiversidad,
fomentando la participación del sector privado y público para estos fines.
·Fortalecer la coordinación entre las partes
interesadas, así como el fomento a las normas y prácticas comerciales que
promuevan la utilización sostenible de la diversidad biológica.
· Obtener recursos financieros y promoción de la
participación justa y equitativa en los beneficios que se deriven de la
utilización de la diversidad biológica, incluyendo bienes y servicios
ambientales.
·Seleccionar y seguir proyectos referidos a:
identificación y valorización de los componentes de la biodiversidad,
rehabilitación y restauración de ecosistemas degradados, entre otros.
· Asegurar que todo uso de especies y de
ecosistemas sea sustentable.
La Argentina como integrante de
esta misma nave espacial, el planeta Tierra, donde los hombres crean frontera y
la naturaleza se encarga de eliminarlas, no ha permanecido al margen del
problema de la extinción, que si bien no alcanzó características catastróficas,
se agudiza día a día. Falta la toma de una real conciencia pública de la
cuestión por parte de todos los sectores para que realmente se pegue un giro
brusco de timón que nos aleje del peligro de perder en los próximos años los
más significativos exponentes de nuestra flora y fauna autóctona.
Por suerte, la inmensidad del
país y las vastas extensiones que cubren la mayor parte de sus ambientes
naturales han permitido aún salvaguardar en nuestros días la mayoría de
nuestros exponentes florísticos y faunísticos, aunque estamos lejos ya de
aquella idea de virginidad ambiental que imperaba hasta hace pocos años. Estos
recursos han sido aprovechados irracionalmente en los últimos 50 años, causando
la pérdida de un alto porcentaje de sus componentes. Lo más lamentable, es que
se desconocen las verdaderas potencialidades que los ecosistemas albergan en su
integridad.
Argentina presenta una
diversidad natural y cultural extensa y variada que debe conocerse y
preservarse para estas generaciones y las futuras. Se deben integrar en los
procesos de desarrollo a todos los sectores y actores sociales que estén
involucrados, con el fin de respetar la identidad cultural de cada región. La
utilización-conservante de los recursos biológicos y genéticos que diferentes
biomas contienen, desempeñará un papel primordial a la hora de establecer las
pautas de mejoramiento progresivo de las condiciones socioeconómicas que
nuestra población posee.
El principal beneficio de la
biodiversidad no es el uso directo de las especies, sino el funcionamiento
equilibrado de los ecosistemas. La provisión de agua potable, la regulación del
clima, el control de la erosión y de la desertización, la fertilidad de los
suelos, el reciclaje de nutrientes, el combate a las plagas, el mantenimiento
de los pastos, la renovación de la pesca y el tratamiento de desechos, así como
otros servicios ambientales intangibles del tipo de prevención de desastres
naturales, las opciones para el ocio y el turismo o la propia capacidad de la
naturaleza para regenerarse, todos dependen de las funciones del planeta, de
mantener las funciones básicas de unos ecosistemas que han encontrado su
equilibrio a lo largo de los siglos. Todos los niveles de biodiversidad están
relacionados entre sí. No es posible concentrarse en mejorar el rendimiento de
las cosechas sin tomar en cuenta la fertilidad del suelo, malezas, plagas,
patógenos y animales polinizadores. La tala de árboles, la desecación de
humedales, la fumigación en laderas, entre otros, pueden significar impactos
irreversibles sobre el ambiente y su aprovechamiento. Conservar la
biodiversidad significa saber gestionar la naturaleza de una forma sostenible,
para nosotros y para las futuras generaciones.
Junichiro Koizumi nació el 8 de enero de 1942 en Yokosuka,
una ciudad situada en la Prefectura de Kanagawa. Es hijo y nieto de figuras políticas
de su país.
Se licenció en Economía en 1967 por la Universidad
de Keiō (Tokio), y posteriormente estudió en la Universidad de Londres
durante una breve temporada para aprender el inglés. Volvió de forma
precipitada a Japón en diciembre de 1969 debido al fallecimiento de su padre. La tradición le
obligó a presentarse como candidato para el puesto de diputado que su padre
había dejado vacante, pero no logró conseguir dicho propósito hasta 1972. En
las elecciones primarias de su partido en 2001 fue elegido candidato a presidir
el gobierno. Está divorciado y tiene tres hijos y uno de ellos, Kotaro Koizumu,
se hizo actor. Es líder del Partido Liberal Democrático de Japón (PLD).
Koizumi es un personaje carismático que se
distingue por sus corbatas vistosas y es un aficionado al rock y el béisbol, y
un amante apasionado de Richard Wagner y X Japan.
Koizumi fue investido primer ministro de Japón el
26 de abril de 2001, sucediendo así a Yoshirō
Mori y venció nuevamente en las elecciones celebradas el 11 de septiembre de 2005
por mayoría absoluta, tras enfrentarse con el Parlamento por las reformas
económicas de corte neoliberal.
Sus políticas distintas incluyen la privatización
del servicio postal y los debates sobre la modificación de la Constitución,
como el artículo número 9 (en relación con la fuerza de autodefensa) y la
reforma de la Ley de la Casa Imperial para permitir el ascenso de las mujeres
al trono, si bien en este último punto no insistirá debido al anuncio del
embarazo de la princesa Kiko (esposa del hijo menor del Emperador, el príncipe
Fumihito) en febrero de 2006.
Su periodo de servicio como primer ministro
concluyó en septiembre de 2006. El Partido Liberal Demócrata de Japón eligió el
20 de septiembre de 2006 como sustituto de Koizumi al ministro portavoz
japonés, Shinzō Abe. Abe se impuso a los
otros dos candidatos en esta pugna por la dirección del partido en el poder, el
ministro de Asuntos Exteriores, Taro Aso, y el de Finanzas, Sadakazu Tanigaki.
Las tres
erres (3R), en orden de importancia bioecológica son:
1.Reducir
Si reducimos
el problema, disminuimos el impacto en el medio ambiente. Los problemas de
concientización, habría que solucionarlos empezando por ésta erre. La reducción puede realizarse
en 2 niveles: reducción del consumo de bienes o de energía. De hecho,
actualmente la producción de energía produce numerosos desechos (desechos
nucleares, dióxido de carbono...). El objetivo sería:
Reducir o eliminar la cantidad de materiales
destinados a un uso único (por ejemplo, los embalajes).
Adaptar los aparatos en función de sus
necesidades (por ejemplo poner lavadoras y lavavajillas llenos y no a media
carga).
Reducir pérdidas energéticas o de recursos: de
agua, desconexión de aparatos eléctricos en stand by, conducción eficiente, desconectar transformadores,
etc.
Ejemplo: reducir la emisión de gases contaminantes, nocivos o tóxicos
evitará la intoxicación animal o vegetal del entorno si llega a cotas no nocivas. Países europeos trabajan
con una importante política de la reducción, y con el lema: La basura es alimento (para la tierra)
producen productos sin contaminantes (100% biodegradables), para que cuando
acabe su vida útil no tenga impacto en el medio, o éste sea lo más reducido posible.
2.Reutilizar
Segunda erre
más importante, igualmente debido a que también reduce impacto en el medio ambiente, indirectamente. Ésta se
basa en reutilizar un objeto
para darle una segunda vida útil. Todos los materiales o bienes pueden tener
más de una vida útil, bien sea reparándolos para un mismo uso o con imaginación
para un uso diferente.
Ejemplos: Utilizar la otra cara de
las hojas impresas, rellenar botellas.
3.Reciclar
Ésta es una de las erres más populares debido a que el sistema de consumo actual ha
preferido usar envases de materiales reciclables (plásticos y bricks, sobre
todo), pero no biodegradables. De esta forma se necesita el empleo de personal
y energía en el proceso.
Ejemplo: El vidrio y la mayoría de
plásticos se pueden reciclar calentándolos hasta que se funden y dándoles una
nueva forma. Es como utilizar algo de su principio, aunque la eficiencia no es
del cien por cien en general. En el caso del vidrio en concreto, sí es
completamente reciclable: de una botella se podría obtener otra botella.